LA PREPARACION FISICA EN EL SQUASH

Gracias a la participación de gente que quiere el Squash, podemos publicar notas como las que sigue a continuación.
Adrian Sidero, Profesor de Educación Fisica, Entrenador de Squash, y Jugador de 1a. nos envió la siguiente nota.

La preparación física en el squash

Algunos en el momento de analizar qué es el squash desde el punto de vista físico, se preguntaban “ pique corto o maratón”, y tal vez intentar acercarlo a alguno de estos dos puntos extremos para su análisis sea un imposible.
Las dos actividades mencionadas, que se incluyen dentro de los deportes cíclicos (donde se repite una acción motora intentando cubrir una distancia en el menor tiempo posible. ej. remo, natación, atletismo en pruebas de pista etc.) son muy distintas desde la forma de conseguir energía para su ejecución (vía aeróbica o anaeróbica) que la que tienen los aciclicos, donde la secuencia de movimientos es impredecible (fútbol, rugby, hockey, etc.), y más diferente todavía si el deporte es intermitente, esto es que hay detenciones de descanso estipuladas por el reglamento (boxeo, tenis, squash, etc.).
Entonces, si bien nuestro deporte tiene constantemente acciones de velocidad, en cortas distancias limitadas por las dimensiones de la cancha, y muy emparentadas a la potencia (fuerza más velocidad), a las que se le suman un gran contenido técnico táctico; el estar hablando muchas veces de más de una hora de juego (90 minutos fue la duración de la final del British Open 2004 con un 3 – 1 en games a 11 puntos) es imposible no reconocer que la resistencia es un ingrediente muy importante, para poder disfrutar de este espectacular deporte.
Anteriormente mencionábamos a la velocidad como una de las cualidades físicas que se ponían de manifiesto durante un partido de squash.
La capacidad de realizar movimientos, sea segmentario o de traslación, en el menor tiempo posible, puede coincidir con una definición de esta característica física, que a diferencia de las otras (fuerza, resistencia, flexibilidad, coordinación) es muy poco mejorable, pero en el momento de la competencia, definitoria en cualquier deporte que apreciemos.
De manera innata y muchas veces regida por la herencia, podemos decir que la velocidad se trae de “fábrica”, dado esto fundamentalmente por la cantidad de fibras musculares de contracción rápida que se posean, unido a un buen esquema de coordinación neuromuscular.
Esto, sumado a alguna característica biomecánica especial, hará que estemos en presencia de un deportista veloz. En la actualidad es inimaginable un hombre blanco en la línea de partida de la final de los 100 metros olímpicos, y no es porque los blancos no entrenen para esta prueba.
Pero refiriédonos específicamente al squash, debemos incluir el aspecto técnico y táctico de los desplazamientos y ubicación en la cancha como ayuda fundamental para “mejorar” la velocidad, tanto o más que en el entrenamiento de la cualidad específica.
La reacción, primer momento del acto veloz y muy relacionado con la anticipación, debe ser uno de los aspectos a entrenar cuando nos dedicamos a mejorar nuestra velocidad, la posición de espera en semiflexión, la ubicación en la T y la vista sobre la pelota, más la intuición de donde nuestro contrario ubicara la pelota, será el punto de partida hacia el próximo golpe.
Si hablamos del entrenamiento específico de la velocidad, sin dudar debemos incluir ejercicios con algún condimento técnico de desplazamiento, muy alta intensidad y una duración que puede ir desde los 5 a los 15 segundos (anaerobio láctico) y hasta los infrecuentes 30 – 40 segundos (anaerobio láctico) siempre dando pausas de recuperación completa o casi completa.


Adrián Sidero, Profesor de Educación Física, preparador físico, entrenador de squash, jugador de 1ra categoría.